En algún momento de su niñez se le quebró el alma, pero no se dio cuenta y continuó adelante, como si siguiera vivo.
Ahora siente que las fibras de sus músculos son sierpes que se retuercen constriñéndole, y que el veneno que escupen corre por sus venas.
Como decía, en algún momento de su niñez su alma se quebró, pero no se dio cuenta.
1 comentario:
En algún momento su alma se soldó más fuerte que antes, como el hueso quebrado después de la escayola. Y ya no hubo manera de detener su cauce luminoso. En algún momento, más fuerte que antes, y las serpientes mal sueño deshojado al amanecer...
Esto es mi abrazo para ti por el comienzo de la primavera, la estación que te trajo al mundo.
Desde mi otoño,
R.
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