01 enero 2009

Enero para Marchino

Al cuchillo de enero, se le guarda en el cajón.

Al acantilado acerado de enero, se le cambia por una verde pradera.

Del frío enero, uno se abriga con una manta de abrazos.

Al ciego enero, se le da un bastón de nubes de algodón, para que encuentre un camino más dulce.

A los picos saltones y entrometidos de enero, se los derrite con un sol de chocolate.

A la acera dura de enero, se la cubre con una alfombra roja y mullida.

A la cuesta de enero, se la mira desde arriba.

A las malas nuevas de enero, se les leen cuentos bonitos.

Y al estridente chillido de enero, se le cantan nanas escritas con miel.

Feliz cumpleaños, Marchino.