06 marzo 2012

Niñez

En algún momento de su niñez se le quebró el alma, pero no se dio cuenta y continuó adelante, como si siguiera vivo.


Ahora siente que las fibras de sus músculos son sierpes que se retuercen constriñéndole, y que el veneno que escupen corre por sus venas.


Como decía, en algún momento de su niñez su alma se quebró, pero no se dio cuenta.