24 diciembre 2008

X+Krd 08



Tengo un recuerdo de la Navidad, que es la esencia blanca que quiero respirar al pensar en ella. Es un deseo, un anhelo de lo que fue y de lo que está por llegar.

07 noviembre 2008

Por el centro de Madrid

Por el centro de Madrid, caminando y sin querer, puedes sorprenderte y ver...

a los gatos que lo pueblan...


lo invisible...


y hasta un ángel que te lleve de Madrid, al Cielo...





14 octubre 2008

Giro de rueda

De deseos y dudas se halla el otoño lleno.

Solapados colores abrigan la tierra.

Es otro giro de la rueda vital que advierte y recuerda que en ciclos naturales estamos, por muchos juegos que nos traigamos.

De poco sirve el espejo, pues no es hacia fuera donde se ha de mirar para poder verse.

Despertar al aquí y al ahora. Desintegrarse en el cambio y renacer un poco desconocido.

Es parduzco otoño.

14 septiembre 2008

La mesa

La mesa llena. Vacía. Limpia. Polvorienta. Mellada. Barnizada. Curva o cuadrada. De comedor o de estudio. En el distribuidor o en el jardín. Rota o nueva. La mesa.

En ocasiones, pongo un mantel nuevo y algún jarrón con flores para adornarla. Pero en realidad no la hacen más bonita: la cubren.

La mesa es y será en sí misma independiente de lo que tenga. Da igual la cantidad de cosas que se pongan sobre ella y la intención con la que se dejen o tomen. Ponga o quite yo, deje o tome otro, la mesa en sí, seguirá siendo y estando. Los objetos son transitorios, la mesa permanece: sencillamente, es.

Se mesa.

20 agosto 2008

Sigfrido

Hijo de Adán se vio obligado a seguir las huellas de Sigfrido para llamar al hombre. Durante muchos años el veneno del miedo recorrió sus venas, agarrotó sus músculos, se instaló en su espíritu haciéndole débil y temeroso hasta el punto de paralizarlo y convertirlo en una pretendida frágil marioneta para deleite de sus draconianas tutoras.

Ya quedó seca y yerma la bífida lengua que susurraba sus oídos, que tan pronto le protegía de todos los males, como le aterrorizaba de tantos otros.

Esas horribles agujas que atravesaron poco a poco sus carnes y prendían su acongojado espíritu han dejado de punzarle. Eran las llaves que abrían las puertas al niño. Ahora son las cicatrices del adulto. Y es que la bestia se alimentaba de un temor que él ya no sentía, pues de tanta angustia vertida, hasta esta se le agotó.

Frente al mayor drama presentado, a la angustia existencial conjurada por el dragón que urdió los mil y un temores, solo cabe presentarse desnudo, sin más coraza y escudo que la compasión y más arma que la espada en cuya hoja están inscritas las palabras: "El no condicionado".

Ni los rugidos oídos desde la lejanía, ni los coletazos, ni la iracunda mirada, ni la lengua de fuego detuvieron el encuentro que largamente había evitado. Pues ahora sabía el secreto para acabar con la bestia. El temor de ésta era que Sigfrido fuese libre de cualquier cadena que lo atase a ella. Las fauces escupieron fuego. Las llamas no lo tocaron. Con su espada frente a él, paró el terror rojo conjurado para devorarlo.

El ser tornó a Basilisco y quísole dar muerte con su mirada abismalmente ajena e infinitamente oscura. El caballero interpuso nuevamente la espada con un movimiento que desvió la fatal mirada, haciendo que la criatura sintiera como su propia cólera la consumía.

Con una mezcla de temor y compasión, el Hijo de Adán levantó la espada lentamente y la dirigió al corazón del gran lagarto. No erró. El corte que acabó con el dragón fue sentido como la visión aterradora en un espejo de sus obscenos actos. Una pizca de rencor, un reproche a tiempo hubieran bastado a la criatura para obtener fuerzas y contraatacar. Pero no lo hubo y quedó absorta, mientras se desangraba, sola ya.

29 junio 2008

¿Qué es el orgullo?

He visto muchos tipos de orgullo. El que viene con el dinero y el rancio abolengo. El que se toma de la tierra que te vio nacer. También está el que acompaña al triunfo o el que sigue al esfuerzo.

Durante mucho tiempo me he preguntado qué relación tenían las carrozas del arco iris con el orgullo. He intentando buscarlo entre en sus calles, recorridas por una explosión lujuriosa, pero no lo he visto. Y cuando parecía que todo era un circo y la decepción la maestra de ceremonias, lo encontré.

El orgullo no es multicolor, ni lascivo, no es ebrio, no es húmedo, no es de suave y blanca pluma, no es descarado, no es barbudo y barrigón, no es lentejuela, ni es de perfecto músculo bajo brillante aceite. Pero puede servirse de todo ello para revelarse ante los ojos bajo la forma de un "puer" de apenas quince años que salta alegre con sus amigos sobre la marea humana, para disfrutar del espectáculo. Y sentirse normal y orgulloso de lo que forma parte.

23 mayo 2008

Resiliencia




La resiliencia es la capacidad de una persona o grupo humano de sobreponerse a tragedias o periodos de dolor emocional. Le permite seguir proyectándose en el futuro a pesar de condiciones de vida difíciles, desarrollando recursos latentes que le protegen y le favorecen para desenvolverse, a menudo, en un nivel superior. 

El concepto de personalidad resistente está íntimamente ligado al existencialismo.




20 abril 2008

Rey, sí. Pero pastor.

Dawidh no era guerrero, era pastor.

Dawidh no batallaba contra los hombres, sino contra las bestias que mataban a sus ovejas.

No tenía infinita espada, sino breve honda.

No buscaba reinos que conquistar, tenía la tierra a sus pies.

No necesitaba una corona sobre su cabeza porque ya tenía un cielo.

No se cubría de dorado metal, sino de blanco corazón.

Buscando a sus hermanos conoció a Goliat y el temor que despertaba en los demás.

Dawidh se enfrentó no al guerrero Goliat, sino al gigante que amedrentaba el espíritu de su pueblo, a la tormenta que encongía los corazones y al abandono de la esperanza de los hombres. Y desplegó, ante el enemigo de todos, el que nos atenaza por dentro, su arma. No grandiosa y tronadora, pero sí rápida y mortal.

Goliat cayó y el pastor que había en Dawidh también. El guerrero despertado nunca se extinguiría: le entronaría. Rey, sí. Pero pastor.

Sombras



Despierto. Apenas hay sonidos. Miro. Un poco de luz atraviesa las cortinas y se hace camino hasta el techo. Veo fragmentos de vida, sombras observadas desde mi mundo privado. Es un tempo detenido, es el aquí y el ahora, es el virtuosismo de la contemplación, es un teatro blanco con actores de carbón que caminan, se detienen, caminan...

Protagonistas indirectos de mi inesperada mirada, aún somnolienta. Me muestran el pulso de la ciudad, siluetas en el tiempo, como una película muda, en blanco y negro. Caminan, se detienen, caminan...

Sombras chinescas que dejan volar mi imaginación. Ánimas. Anónimas. Efímeras. Esencia de mi inspiración. Y todas, todas... Caminan, se detienen, caminan...

14 enero 2008

Así murió Peter Pan...

Peter Pan murió porque no pudo vivir en otro mundo, sino en este.

Peter Pan murió cuando se dio cuenta de que era inútil detener el tiempo para él, si seguía transcurriendo para las personas que amaba.

Vio su tumba cuando entendió que no podía vivir solo.

Desapareció cuando Nunca Jamás se convirtió realmente en Nunca Jamás.

Dejó de brillar cuando este mundo le consumió.

Le mató un despertador que le ató a una eterna condena. Acabó con él el filo de una sonrisa un día en el trabajo.

Terminó con su existencia la siniestra ciencia que mueve el mundo.

Se precipitó al vacío cuando el brillante polvo de Campanilla dejó de funcionar.
Sí, un día se miró al espejo y su reflejo le resultó extraño. Se dio cuenta de que Peter Pan había muerto. Temió que el lento transcurso del tiempo le hiciera creer si no fue todo un sueño y que se preguntara si alguna vez fue, realmente, Peter Pan.