16 septiembre 2012

Lisboa


En Lisboa no luce el Sol, sino la Luna, porque la luz del día es de plata.

Lisboa tiene una corona de piedra a la que llaman San Jorge y gobierna el más bello atardecer que pueda tener ciudad alguna.

En Lisboa el Fado se hace viento para recorrer sus cuestas y lamentar el vacío de sus casas.

Lisboa se viste de bello azulejo, que es brillante como la espuma del mar.

La magia mueve sus tranvías e ilumina las callejas de Alfama. Aguarda arriba de Santa Justa. Y mece las olas del Teijo.

Lisboa es un bom dia, es una boa tarde, es una boa noite.