12 abril 2010

Mi corazón...

Es un ramo de flores que aguardan a los pies de una lápida.

Es un abrazo infinito que por unirlo a todos, es rechazado por tantos.

Llora sal en constante recuerdo de la promesa de cuento.

Es secado por el viento que lo atraviesa.

Está enjaulado por una prodigiosa pirueta de amor que comenzó y nunca terminó.

Es barca que surca estigias aguas.

Ya es no templo, sino burdel.

Es raíz con tronco largo tiempo cortado, que aunque se afana por agua encontrar, solo halla tierra yerma.

Es como espíritu que vaga sin saberse muerto.

Su frágil belleza de cristal cayó y en el suelo se convirtió en un puzle incompleto.

Y el último instante de luz de la vela que celebra tu nacimiento, es el crepúsculo que lo ilumina.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuando el sufrimiento se expresa con esta belleza y armonía, es señal de que el corazón del que escribe está también lleno de belleza y armonía. Nos llenan de emoción sus poemas, Rana Verde, y se supera en calidad e intensidad cada vez. Muchas gracias por compartirlo. ¡Ya echábamos de menos algunos la actualización de su blog!