Nostalgia
del sueño que trajo mi vasto reino de paz y futuro.
De
la vida que escapaba a borbotones de mi mirada al cielo en las tardes de
sábado.
Del
paseo solitario por suelos de asfalto y muros de hormigón, hechos palacio de
reposo y esperanza.
Del
susurro del viento, de su consejo a mi oído.
De
las caricias de la luna cuando era de refulgente plata.
De
los amigos de las mil banderas que aguardarían mi llegada, para alcanzar el
horizonte.
Del
futuro mejor, del despertar del mesías, del resplandor inextinguible, del
rugido de fuego.
De
que se cumpla la leyenda: "Cuando el león se alce, las puertas se
abrirán".
1 comentario:
De los amigos de las mil banderas que aguardarían mi llegada, para alcanzar el horizonte...
Esta frase me hace hervir de nostalgia, y de espanto por la pérdida tan grande... siento nostalgia por la misma pérdida...
se nos va el alma en jirones, con el paso del tiempo y con la miseria del mundo desarrollado en el que vivimos.
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